3 de Diciembre de 2013 Lagos. A unos 30 metros de profundidad, en el fondo del Océano Atlántico, los buzos ya habían sacado cuatro cuerpos del remolcador hundido. Entonces, una mano apareció en una pantalla a través de la cual se supervisaban las labores de recuperación. Todo el mundo asumió que era otro cadáver y […]